Empecemos por las piedras: sigo engarzando piedritas semi-preciosas, algunas de las cuaes se pueden ver en mi catálogo (avisenme si los links de este sitio se descomponen; en breve voy a tener que hacer cambios en mis paginas web...). La más loca de todas las que hice es ésta, una agata arborecente casi toda blanca con otra más chiquita colgando alegremente. Gusta? Gracias a ésta se me ocurrieron algunas ideas para hacer los diseños más lindos (o por lo menos, más originales).
Sigamos por los tejidos: en este momento estoy tejiendo un par de mitones en 5 agujas con jaqard (o sea: en dos colores de lana, haciendo unos dibujos mononos) que me tienen entretenidísima; un par de medias con ochos o trenzas que me esta llevando hacerla eternidad y media (creo que es culpa de la lana, demasiado finita para una cosas así; además quiero hacer esas medias largas hasta la rodilla, al menos...).
Hice un amigurumi, a pedido de mi amiguito Agustín, con mi patrón de gato genérico pero con aspecto de tigre. Quedó bastante bonito. Pero como una tonta, me olvidé de sacarle una foto!!!
Tambien, hace un tiempo, conseguí la naveta (o lanzadera, o como se llame) para hacer frivolité (o encaje de lanzadera, o tatting, o como sea). Ya antes habia incursionado en el arte del frivolité, peeeero lo hice con aguja. Esto me impedía hacer trabajos más grandes y con más dificultad; además la gran cayoría de patrones están preparados para hacerse con naveta. Como ven en la foto, la naveta es ese aparatito de metal (los hay de plástico) con un carretel en el medio y forma adecuada para tejer / anudar con los dedos.
El sistema del frivolité con naveta es bastante claro (no muy sencillo, pero claro). De todas maneras por alguna razón, no podía entenderlo! No había forma, me frustré bastante y lo dejé de lado hasta encontrar un momento adecuado, tranquilidad y voluntad para meterme a ver cómo cuernos se hacía.

Dirán que eso de decorar cada galletita una por una es un trabajo de locos; pero a decir verdad a mí me encantó. Fue algo divertidísimo y (en serio) relajante. Lo que usé para decorarlas fue azúcar impalpable mezclado con gotitas de colorante rojo, licor de frutilla y jugo de limón; y chocolate cobertura semiamargo (la marca Águila tiene unos sachets listos para usar que son excelentes!)
Y, como era un domingo gris, lluvioso y MUY frío, lo convertí en un domingo tibiecito, colorido y riquísimo.