Cuando uno empieza a tejer, se termina encontrando, tarde o temprano, con el tema de que la lana suele venir en madejas. Y hay que transformar esas madejas en ovillos. Y, ademas de ser un incordio, aburridísimo e incómodo, uno nunca sabe cómo acomodar las madejas para que no se desbaraten y se enrieden mientras se va armando e ovillo.
Entonces, hay que recurrir a alguien que ponga los brazos para sostener la madeja tirante mientras uno ovilla (que horror), o poner la madeja en el respaldo de una silla (que es lo mismo que nada, porque la mayoría de las veces se enrieda todo igual, y encima hay que estar parados y haciendo malabares para hacer el ovillo).
Hay quienes son afortunados y tienen en sus manos las maquinitas de ovillar, y sé que hay varios modelos... pero ciertamente no son algo barato o terriblemente fácil de conseguir. Sin embargo, siempre se puede improvisar, si se tiene algo de imaginación, no?
No es que sea muy original, pero se me ocurrió hacer una des-madejadora (o devanadora) con un par de varillas, todo ajustable y desarmable. Con la ayuda de mi suegro (siempre viene bien tener a alguien a mano que tenga un par de herramientas útiles como taladros, sierras y un poco de fuerza) armamos este prototipo, que la verdad, anda bárbaro.

La base tiene encajado un pedazo de fierro como un clavo grueso (eso no se desarma) y es pesadita, de madera "reciclada" (es decir: no es nueva. Ni idea de dónde la sacamos.) En el fierrito va un cono de madera truncado, con un agujero en el medio, claro está, para que pase el fierro. Éste sobresale y va a clavarse en las varillas largas (de 60cm cada una).
Estas varillas son nuevas, las compré en una maderera y salieron baratísimas. También compré ahí el resto del equipo, los palitos que se encajan en los varios agujeros hechos a propósito en la cruz que forman las varillas, los cuales tensan la lana de la madeja.
Además de tener hechos agujeros, las varillas están caladas de manera tal que una encaja con la otra formando una cruz. En el centro de esta cruz hay ooootro agujero, que es por donde pasa el fierrito, se apoya la estructura en el cono de madera y gira sin problemas.
La base se puede sujetar a la mesa con una prensa, luego se coloca la madeja entre los palitos que se van clavando de manera tal que quede la lana tensada, y se comienza a ovillar, con comodidad y paciencia.
Estoy contentísima con mi devanadora casera. Además, se desarma, entra en una bolsa y se puede guardar en cualquier lado!